En lo que más me ha hecho pensar la película Soul de Disney, es en el mal interpretado Carpe Diem de Horacio que más tiene que ver con no pensar en el futuro y estar en el presente, realmente presentes (el aquí y ahora que tanto intentamos conseguir hoy en día) que con esa idea de vivir el momento que lleva a hacer cosas sin pensarlas y sin pensar en qué implican para los demás.
Pero vayamos por partes y sigamos un poco el hilo de lo que la película va contando... Si no la has visto, no voy a hacer spoilers pero si reflexionar sobre lo que va ocurriendo, por lo que puede que se desvelen ciertas cosas del argumento. Aquí os dejo una pieza de su maravillosa banda sonora en torno al jazz.
El título ya nos da pistas de por donde va a desarrollarse todo, Soul, Alma. Básicamente el film gira en torno a las emociones (aunque no de la forma que lo hacía Inside Out) y a vivir cada minuto de la vida pero viviéndolo de verdad, sintiéndolo, siendo realmente conscientes de lo que pasa.
Hay un momento especialmente llamativo para mí que es cuando, intentando escapar de lo que está pasando no para de robotar. ¿Cuántas veces nos ocurre esto? Hay cosas que tenemos que aprender y, aunque huyamos de ellas, volverán de una forma u otra, para que terminemos aprendiendo. A veces no aceptamos las cosas que nos pasan, y salimos corriendo sin haber aprendido la lección y así seguimos una y otra vez, tropezando con la misma piedra.
La otra parte importante es la chispa... al final la motivación que tenemos en nuestra vida. Muchas veces no la encontramos, a veces porque no queremos ver, a veces porque no es el momento, porque tenemos que aprender cosas antes, para que cuando la encontremos, podamos hacer todo lo que tenemos que hacer con ella. Otras veces sentimos que no somos capaces de encontrar la chispa, pero como decía hay que intuir el por qué...
Las almas en el plano terrenal pueden sufrir porque nuestros cuerpos las olvidan, por eso hay que reconectar nuestro cuerpo con nuestra alma para reconocernos en nuestra esencia y olvidar todo lo que nos ponemos sobre nosotros, máscaras, barreras...
Cuando hablaba del carpe diem, me refería en especial a una parte en la que hablan de las almas perdidas, de cómo el placer se puede convertir en obsesión, en una adicción más y desconectar de la vida. Eso es lo que mucha gente entiende del disfrutar del momento, sentir placer, sin pensar en más y dejándose llevar sólo por eso y, al final, puede ser una droga más, con consecuencias para uno mismo y para los que te rodean.
Una parte muy basada en mindfulness habla del saborear, del volver a ser capaces de sorprendernos por las cosas más sencillas, de agradecer precisamente por ellas. En Mindfulness se usa mucho una técnica con una uva pasa para desarrollar el ser conscientes a través de los sentidos, tocándola, viéndola pero sobre todo manteniéndola en la boca, el tacto con la lengua, su sabor... siendo en todo momento conscientes y sin dejarse llevar por otras cosas. El agradecer por esas cosas que tenemos y a las que no damos importancia por tener, el sol, la lluvia, el campo, el cielo... hay que ser como niños que descubren por primera vez algo.
A colación de esto, hay un video que uso mucho para visualizar este tema, el de una niña que se emociona al sentir, al ver por primera vez llover.
Parece que muchas veces sólo se trata de simplemente vivir, pero vivir no es el propósito, el propósito es estar listos para vivir.
Podemos sacar muchas ideas de cómo las almas eligen su cuerpo, de donde están las almas, pero este es un tema que según nuestra vivencia personal, nos hará verlo de una forma u otra.
Comentadme todo lo que consideréis, a ver si abrimos debate.
Para acabar os dejo la canción que Pablo López ha hecho inspirada en la película, Escucha la vida, nombre que da muchas pistas también de lo que nos quiere transmitir Disney.
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