En este post os hablaré de las segundas partes de dos de las sagas que todavía no están cerradas. Las dos adaptaciones de libros de éxito.
La primera, Los juegos del hambre: en llamas. Jennifer Lawrence vuelve a meterse en la piel de quién la hizo conocida pero no le dio premios: el Oscar el año pasado y este año de momento el Globo de Oro pero por otras películas menos taquilleras. Comparte de nuevo pantalla con Lenny Kravitz que, como os decía antes, se ha hecho asiduo a la gran pantalla.
Si te gustó la primera, no te puedo asegurar que ésta te guste. Aquella fue un película cerrada de la que no tenías porque esperar una segunda parte y que podrías dejar la saga ahí; con esta no te queda más remedio que esperar un año para ver el final porque la pantalla se va a negro.
Menos acción pero la misma estética futurista.
La segunda, El hobbit: la desolación de Smaug. Continuación de los inicios de El Señor de los Anillos. En este caso te puedo augurar que si no te gustó la primera, ésta sí que puede hacerlo. Te pasará como en la anterior, te costará esperar un año para ver la continuación y final porque, de nuevo, fundido a negro y fin.
Más acción, más dinámica, más entretenida. La primera era la presentación y podía hacerse pesada; aquí las menos de tres horas se pasan casi sin darte cuenta. Es cierto que debe gustarte el mundo de Tolkien porque si no, puede ser cansina.
Lo mejor, la vuelta de Legolas al universo de Peter Jackson que sin duda no cambia nada de lo que sabe que le funciona para estas películas.
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